Gestar un bebé, entre otras cosas, significa nutrirlo. Sin embargo, en ningún caso debes confundir esto con alimentarte por dos o comer todo lo que se te atraviese. Durante el embarazo debes consumir alimentos ricos en nutrientes, pero también evitar algunos que pueden afectar tu salud y la del bebé. Conoce aquí qué comidas desaconsejan los expertos.
Pescados grasos
Algunos pescados almacenan mercurio en cantidades peligrosas para las embarazadas, según explica la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos. Esta sustancia afecta el desarrollo del sistema nervioso del feto, así que evita comer las variantes con mayores concentraciones, como pez espada, tiburón, caballa y blanquillos, y menos aún, crudos.
Comida chatarra
Puede parecer una obviedad, ya que nunca se recomienda la comida chatarra, sin embargo, durante el embarazo sus efectos pueden percibirse en el corto plazo, ya que te llenarás de calorías que no aportan los nutrientes que tu bebé necesita ¿El resultado? Este obtendrá las vitaminas y minerales que necesita de tu cuerpo, por lo que podrías tener serios problemas de salud.
Embutidos
Las salchichas, carnes frías y otros embutidos tienen mayores posibilidades de verse contaminadas por una bacteria llamada Listeria monocytogenes. Este microorganismo puede causar enfermedades gastrointestinales, y, en el caso del bebé, provocar meningitis, una inflamación de las membranas que cubren el cerebro. Por eso, siempre debes cocer los embutidos a una temperatura por encima de los 73 °C o 163.4 °F.
Frutas y vegetales sin lavar
Bacterias, parásitos y pesticidas son algunos de los enemigos que puedes encontrar en las frutas y vegetales. Según los especialistas, la mejor manera de prevenir sus efectos es lavando los alimentos muy bien inmediatamente antes de comerlos (tengan o no cáscara comestible). Pero recuerda, solo debes usar agua del grifo, omite el jabón.
Bebidas no pasteurizadas
Al igual que sucede con los embutidos, la leche y jugos no pasteurizados, así como sus productos derivados, pueden estar contaminados con la bacteria L. monocytogenes. Por eso, los profesionales de salud son claros: siempre hay que consumir productos pasteurizados, o muy bien hervidos.
Los brotes de soya, alfalfa y rábano pueden estar contaminados con bacterias como Salmonella o Escherichia coli, y no deben comerse crudos. La primera puede elevar el riesgo de aborto espontáneo, muerte fetal o complicaciones a la hora del nacimiento, mientras que la E. coli puede causar meningitis y septicemia al bebé. Para evitar complicaciones cocina los brotes a temperaturas entre 62 y 73 °C o 143.6 y 163.4 °F.
Hígado
El hígado es un alimento rico en vitamina A, y, aunque suene contradictorio, hay que tener cuidado al comerlo ¿por qué? A pesar que esta vitamina es un nutriente esencial, si se la consume en exceso durante el embarazo puede aumentar el riesgo del embrión de padecer malformaciones.
Cafeína
Diferentes investigaciones señalaron que consumir cafeína, en especial en durante los tres primeros meses de embarazo, se relaciona con un retraso en el crecimiento del feto y con bajo peso al nacer. El consumo máximo recomendado es de 200 mg diarios (una taza de 28 g de café tiene 95 mg de cafeína). Recuerda que también puedes encontrarla en tés, energizantes y bebidas saborizadas.
Quesos
Nuevamente surge la posibilidad de encontrarnos con la bacteria L. monocytogenes, específicamente en quesos blandos, como brie, feta o camembert, y frescos, como panela o blanco. Por ello, el Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria de Estados Unidos (FSIS) aconseja elegir quesos duros, como el cheddar o suizo, que estén hechos con leche pasteurizada.
La carne suele estar contaminada con bacterias, y, si está cruda, puede ser un gran fuente de Toxoplasma gondi, un organismo que puede transmitir una enfermedad llamada toxoplasmosis. El FSIS recomienda evitar siempre la carne cruda o semicruda (cocinándola con termómetros para verificar su temperatura interna). De lo contrario, puede originar malformaciones congénitas en el feto.
Otras precauciones
Casi todas las mujeres experimentan antojos durante el embarazo, y algunas pueden tenerlos con sustancias que no son comida, como tiza, jabón, pasta de dientes, hielo, fósforos, tierra o almidón para la ropa. Este desorden alimenticio se le conoce como "Pica", si sospechas que lo tienes, consulta a tu médico para prevenir complicaciones.
Fuentes consultadas
Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), Asociación Estadounidense del Embarazo, Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, Clínica Mayo, Colegio de Médicos de Familia de Canadá, Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria de Estados Unidos.